Tortilla Española Tradicional

Tortilla Española Tradicional

La tortilla de patatas, también conocida como tortilla española, es uno de los platos más emblemáticos y versátiles de la gastronomía española. Este sencillo pero delicioso plato a base de huevos y patatas ha trascendido fronteras y se ha convertido en un referente culinario a nivel mundial.

A pesar de su aparente simplicidad, la tortilla española genera grandes debates entre los puristas (sin cebolla) y los innovadores (con cebolla), y lograr la textura perfecta puede ser todo un arte. En este artículo, te enseñaremos a preparar ambas versiones y te revelaremos los secretos para conseguir una tortilla perfecta, jugosa por dentro y dorada por fuera.

Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Porciones: 4 personas
Dificultad: Media

Ingredientes

  • 6 huevos grandes
  • 500g de patatas (preferiblemente variedad Monalisa o Kennebec)
  • 200ml de aceite de oliva virgen extra
  • Sal al gusto
  • Opcional: 1 cebolla mediana

Preparación

  1. Pela las patatas y lávalas. Sécalas bien con papel de cocina.
  2. Corta las patatas en rodajas finas (de unos 3-4 mm de grosor) o en cubos pequeños. La elección de corte influirá en la textura final.
  3. Si decides incluir cebolla, pélala y córtala en juliana fina.
  4. Calienta el aceite en una sartén amplia a fuego medio-bajo.
  5. Añade las patatas (y la cebolla si la usas) al aceite caliente. Deben quedar cubiertas o casi cubiertas por el aceite. Esto no es freír en el sentido tradicional, sino confitar las patatas lentamente.
  6. Cocina a fuego medio-bajo durante unos 15-20 minutos, removiendo de vez en cuando con cuidado para no romper las patatas. Deben quedar tiernas pero no doradas.
  7. Mientras tanto, bate los huevos en un recipiente grande hasta que estén espumosos. Sálalos ligeramente.
  8. Cuando las patatas estén listas, sácalas con una espumadera y escúrrelas bien sobre papel absorbente.
  9. Incorpora las patatas escurridas (y la cebolla si la has usado) a los huevos batidos. Mezcla con cuidado y deja reposar la mezcla durante 5 minutos para que los sabores se integren.
  10. Limpia la sartén (o usa otra más pequeña, de unos 24-26 cm de diámetro) y calienta 1-2 cucharadas del mismo aceite a fuego medio-alto.
  11. Vierte la mezcla de huevo y patatas en la sartén caliente. Agita suavemente la sartén en círculos durante los primeros segundos para que el huevo se distribuya bien.
  12. Baja el fuego a medio-bajo y cocina durante 3-4 minutos, hasta que veas que los bordes están cuajados pero el centro aún está líquido.
  13. Coloca un plato grande sobre la sartén y, con cuidado, voltea la tortilla sobre el plato.
  14. Desliza la tortilla de nuevo en la sartén, con la parte no cocinada hacia abajo, y cocina otros 2-3 minutos a fuego bajo.
  15. El punto de cocción es muy personal: algunos prefieren la tortilla más cuajada y otros la prefieren jugosa por dentro (lo que se conoce como "que llore"). Ajusta el tiempo de cocción según tus preferencias.
  16. Una vez lista, desliza la tortilla en un plato y déjala reposar unos minutos antes de servir.

Consejos del Chef

  • La elección de las patatas: Las variedades Monalisa o Kennebec son ideales por su equilibrio entre almidón y humedad, pero puedes usar cualquier patata para guisar.
  • El punto de sal: Es mejor añadir la sal a los huevos y no a las patatas, para que se distribuya uniformemente.
  • El aceite: Aunque parece mucho aceite, es necesario para confitar las patatas correctamente. Este aceite se puede filtrar y reutilizar varias veces.
  • La textura: El secreto para una tortilla jugosa está en controlar el tiempo de cocción y en mover la sartén en círculos durante los primeros segundos para crear esa textura cremosa en el centro.
  • El volteo: Si no tienes práctica volteando la tortilla, puedes usar una tapa de sartén en lugar de un plato, o incluso terminar la cocción introduciéndola en el horno.

El Debate: ¿Con o Sin Cebolla?

Sin Cebolla (Versión Tradicional)

Los puristas defienden que la auténtica tortilla española solo lleva patatas, huevos, aceite y sal. Argumentan que la cebolla enmascara el sabor de las patatas y modifica la textura del plato.

Esta versión está más extendida en regiones como Madrid o Castilla, y tiene defensores acérrimos que consideran que añadir cebolla es casi una herejía culinaria.

Con Cebolla (Versión Enriquecida)

Los partidarios de incluir cebolla destacan que aporta dulzor, humedad y un sabor más complejo a la tortilla. La cebolla caramelizada durante la cocción con las patatas crea una base más aromática.

Esta versión es más común en zonas del norte como el País Vasco o Galicia, y tiene también sus fieles seguidores que no conciben una tortilla sin ese toque dulce.

¿Sabías que...?

La primera referencia escrita a la tortilla de patatas data de 1817, en un documento anónimo dirigido a las autoridades navarras sobre las condiciones precarias de los agricultores.

Según la leyenda, la tortilla fue inventada por una campesina navarra para alimentar al general Tomás de Zumalacárregui durante las guerras carlistas, como una forma económica y nutritiva de alimentar a las tropas.

Existen variantes regionales, como la tortilla sacromonte granadina (con sesos y criadillas), la tortilla paisana catalana (con pimientos y chorizo) o la tortilla de Betanzos gallega (muy poco hecha).

El Día Mundial de la Tortilla de Patatas se celebra el 19 de marzo, coincidiendo con el Día del Padre en España.

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